Una de las tareas más costosas de la construcción de un edificio en altura, es el izado de los materiales a sus lugares de colocación o aplicación. Jugando con poleas podemos realizar esta tarea con menor esfuerzo que "a puro huevo", y evitando la costosa instalación de un montamateriales o una grúa, y su correspondiente suministro de energía.
Polea en funcionamiento, divide entre cuatro el esfuerzo para izar la carga.
El uso de poleas, tal y como se estudia en tecnología de la ESO, era imprescindible en cualquier construcción en altura que se concibiese antes de la llegada de los motores y la electricidad. Aunque hoy en día se sigue utilizando (en grandes grúas y polipastos, en los veleros para izar las velas...), ha pasado a un segundo plano, ya que en nuestro afán de acelerar más con el freno de mano echado, construimos un motor más potente... (y que consuma más, por supuesto)
Pero si nuestra intención es izar los materiales sin la necesidad de ayuda de motores eléctricos o a gasoil y sin dejarnos la espalda en la tarea, las poleas pueden ser nuestras grandes aliadas. Con un par de poleas seremos capaces de izar pesos de un peso P, con un esfuerzo P/4, con la cuarta parte de esfuerzo vamos.
Tienen sus inconvenientes, ya que a veces se traban, y sobre todo, tenemos ciertas limitaciones por el recorrido de la cuerda, en el que tiene que estar en contacto vertical en todo momento, y nos limita el giro del izador para labores de descarga en el nivel superior sobre todo.
Con las gruas eléctricas estos problemas se evitan al recogerse todo el cable en la parte superior y permitiendo así el giro sobre sí misma para poder descargar los materiales con seguridad.
Para facilitar la descarga del material cuando usamos poleas será necesario el uso de trampillas abatibles o similares para descargar en planta con seguridad.
Si tienes un compresor de aire, ¡estás de suerte! puedes fabricarte fácilmente una herramienta muy útil para proyectar el barro sobre las balas de paja, como se muestra en el vídeo a continuación
Se trata de acoplar a la boquilla de una pistola de aire comprimido una pieza que divida la salida del aire en cuatro o cinco salidas. Metiendo esta pieza en un recipiente ligero (con forma de embudo) acoplado a la pistola al que se le hacen unos agujeros para que salga el barro ya tenemos una máquina realmente útil en la tarea de revocar con barro o cal las paredes.
Eso sí, la masa deberá estar bien fluida y no admite fibras (se atascaría), en principio la podemos usar para las primeras manos sobre muros de paja, como "manchado" de la superficie para que agarren capas posteriores. La proyección con presión del barro ayudará a que este se meta entre las
fibra.
Para utilizarlo con cal no tendremos problemas usando áridos con
tamaños controlados, esto es, con diámetros no mayores que los agujeros
que hemos realizado al recipiente.
La manera de usarlo es bien sencilla:
Conectamos
la pistola con el recipiente a la toma de aire y vamos rellenando el
recipiente desde un recipiente que coloquemos a mano y cerca de la pared
(para no chorrear demasiado el suelo). La aplicación deberá ser
contínua para no perder mucha masa por los orificios. Con la ayuda de
otra persona que nos vaya rellenando el invento, el adelanto en tiempo
en la árdua tarea de revocos con tierra o barro puede ser considerable, y no requiere de mucha tecnología.
CONCEPTOS BÁSICOS, ENSAYOS Y PRUEBAS SENCILLAS PARA CONOCER LAS CARACTERÍSTICAS DE LA TIERRA O BARRO COMO MATERIAL DE CONSTRUCCIÓN
¡Ay, de
aquellas "chocolatadas" que hacíamos en la escuela de críos! ¡Cómo
nos lo pasábamos los días de lluvia, con un simple palo y la tierra convertida en barro! El placer de
jugar sin miedo a mancharse, la textura plástica, fría pero suave del barro...
Pero la
construcción con tierra es una cosa muy seria, no se trata únicamente de hacer
reposterías barrunas y disfrutar como un enano. Es el material predominante en
las construcciones en casi todos los climas cálidos/secos y templados del
mundo. Más del 30% de la población mundial vive en la actualidad en casas
fabricadas con tierra, más del 50% en los países en vías de desarrollo. Y al fin
y al cabo ¿Qué son los ladrillos de las casas actuales si no la evolución
industrializada de la construcción con adobe, que al final es una simple evolución
comercial de la construcción con tierra cruda?
Esgrafiado en pared acabada con mortero de barro, L´horta de la Viola, Girona
Nos
complicamos la vida trabajando en empleos que nos atarean gran parte de nuestro
tiempo, para poder pagar a otros la tarea de construir nuestra vivienda con
materiales que posiblemente provengan de algún lugar a cientos de kilómetros de
distancia con un consumo ingente de energía en su fabricación y transporte,
cuando ¡tenemos el material de construcción bajo nuestros pies!
La cuestión
es que nadie puede vendernos la tierra, cuando tenemos un terreno ya es
nuestra, por eso a nadie le interesa fomentarla como material de construcción o
hacerle publicidad...
Y las
cualidades del barro como material de construcción son muy interesantes. En las
últimas décadas, arquitectos como Gernot Minke de Kassel han estudiado y
comparado las características de la tierra como material de construcción,
sometiéndola a los ensayos y pruebas a los que se someten los materiales
comerciales, evaluando sus ventajas e inconvenientes y estudiando la forma de
mitigar estos y mejorar sus prestaciones y aplicabilidad.
Menos cháchara… ¡y manos a la tierra!
Si el ser
humano ha utilizado durante miles de años la tierra y el barro para la
construcción de sus hogares es principalmente porque funciona bien, es barato,
sencillo de aplicar y casi siempre queda a mano. Si disponemos de otros
materiales disponibles, como madera o piedra siempre serán bienvenidos, pero la
tierra la tenemos siempre.
Rehabilitación de casa de oficios de Cuenca de Campos, Valladolid
La tierra como material de construcción
Lo más
económico y bonito es poder usar la tierra que tenemos en nuestro terreno para
construir con ella, por desgracia muchas veces esto no será posible por la
calidad de la misma. Puede que sea pobre en arcilla o con exceso de ésta.
En tales casos se puede comprar arcilla y/o arena en algún lugar cercano y mezclarla
con nuestra tierra en la proporción que nos interese. Obviamente también
podemos comprar directamente la arcilla y la arena y tener un material más
controlado y fiable durante toda la obra (por lo menos homogéneo).
Para
aclararnos, tierra llamamos, a la mezcla de básicamente lo siguiente:
Arcilla (partículasinferiores a 0,002mm)
Limos (entre 0,002 y 0,06mm)
Arena (entre 0,06 y 2mm)
Piedras o grava (superior a 2mm)
Materia orgánica
Para
nuestras "chocolatadas constructivas" nos interesa principalmente la arena y la arcilla. Trataremos de evitar tanto las piedras como la materia
orgánica y el exceso de limos. Estos últimos son las partículas más gruesas que
las arcillas, que impiden el correcto aglomerado de estas si se encuentran en
exceso.
La materia
orgánica tampoco es conveniente, básicamente porque se descompone. Las piedras y
grava molestan bastante a la hora de mezclar y manipular las masas, teniendo en
cuenta que muchas veces se trabaja con las manos y pies desnudos, así que
trataremos de quitarlas con algún tipo de malla o tamiz.
ESTUDIAR LA TIERRA QUE TENEMOS CON MÉTODOS SENCILLOS
Antes de comenzar cualquier trabajo
estudiaremos la composición de la tierra que tenemos para conocer sus
características, saber en qué la podemos emplear, y si tenemos que traer
material de fuera o no para mejorarla.
Los suelos
suelen estar compuestos de capas de diferentes espesores de materiales más o
menos homogéneos. La capa superficial suele ser la que contiene más material
orgánico ya que este procede de la descomposición de animales y plantas en la
superficie. Esta capa se distingue bien por su color más oscuro, pardo o negruzco.
Lo mejor
será retirar esta capa (de entre 20 y 50cm de espesor) para usar el terreno con
menos contenido orgánico que queda debajo. El superficial lo podemos guardar
para la huerta o el jardín. Una vez encontrada la siguiente capa, analizaremos su
composición de forma sencillacon varias pruebas de campo:
Pruebas o ensayos de campo para conocer la calidad de
la tierra
La simple observación y
manipulación del barro nos puede dar mucha información, con una serie de
ensayos sencillos podremos conocer si nuestra tierra es adecuada o no para la
auto construcción.
Olor
El barro puro no huele a nada. Oliendo una muestra húmeda
podremos detectar si contiene mucho
material orgánico si huele a moho.
Prueba del olor para conocer si la tierra contiene excesiva materia orgánica
Frotar
Frotando
una muestra húmeda entre las manos podremos notar primero si contiene mucha
arena (la notaremos ¡raspa!),si el
barro se adhiere a las manos y necesitamos frotarlas con agua para limpiarlas
quiere decir que tiene mucha arcilla, si se queda pegajoso pero se limpia con
el simple frote quiere decir que es un barro limoso.
Prueba de frotar, para conocer el contenido en áridos gruesos, y relación arcilla/limo
Cortar
Tomamos
una pizca de barro y la moldeamos bien en una pelotita. La cortamos con un
cuchillo liso por la mitad y observamos el corte. Si brilla es señal de que hay
arcilla, si es opaco o mate indica alto contenido en limo.
Prueba de amasado y cortado de una muestra de tierra arcillosa
Agitar el frasco
Se vierte en un tarro o frasco de
cristal una porción del terreno que nos interesa se retiran piedras y hierbajos y se agita bien el frasco.A
continuación se deja en reposo. Al cabo
de un tiempo, como por arte de magia,
los diferentes materiales de la tierra se
han separado, y se han amontonado en capas para quepodemos estudiar.
Más o menos el orden será el
siguiente de arriba a abajo:
Agua con materia orgánica flotante
Arcilla
Limo (es una capa muy fina, que se puede
distinguir bajo la arcilla)
Arena
Grava
Prueba de sedimentación de muestra de tierra
Principalmente
nos interesa conocer la cantidad de limos (ya que son perjudiciales, como se ha dicho) y la relación de cantidad entre
la arena y la arcilla. Según
Gernot Minke, este ensayo puede dar bastante error, aunque nos puede servir para estimar proporciones
aproximadas de los componentes
Tirar
la bolita
Se amasa una bola de unos 4cm de diámetro con la menor
cantidad de agua posible para poder amasarla. Se deja caer sobre una superficie
lisa desde 1,5m de altura y se observa cómo queda la muestra:
Prueba de consistencia de la tierra y relación arcilla/árido
OTROS COMPONENTES DE LA TIERRA
Limos
La cantidad
de limos no debería sobrepasar el 5% del total para obtener una buena
trabajabilidad, sin embargo, si tenemos muchos limos (se nota porque la masa no
resulta pagajosa) se le puede añadir a la mezcla bosta de caballo, que mejora
la "pegajosidad" del mortero y aumenta la resistencia del material
una vez seco. Esta bosta o caca de caballo seca funciona como una especie de
pegamento.
Relación arcilla/ arena
Una buena
relación de arcilla/arena está comprendida entre 1/3 y 1/5, no obstante, probaremos
con diferentes proporciones para hallar la que más nos convenga por el tipo de
árido que tenemos y para cada situación. Utilizaremos diferentes dosificaciones
y tamaños de árido según para qué utilicemos la masa.
Arenas de
diferentes grosores nos “pedirán” diferente cantidad de arcilla y agua para obtener
la misma trabajabilidad.
La arcilla
funciona como aglomerante y la arena como estructurante o conglomerante. Para
los distintos usos en la construcción se le añadirá la fibra (paja, fibra de
lana, incluso pinocha) que le da estructura a todo el conjunto, aunque de
momento la dejaremos apartada porque lo primero será conocer cómo trabajan la
arcilla y la arena en conjunto.
A la arcilla,
para poder ser trabajada en condiciones se le tiene que añadir gran cantidad de
agua para que se vuelva plástica. Este agua al evaporarse tiende a contraer la
mezcla; la función de la arena será hacer de estructura y mantener en lo
posible la forma inicial, sin que se produzcan fisuras.
Áridos finos o gruesos
El tamaño de
los granitos de arena (la granulometría) tiene mucha importancia en el
funcionamiento del mortero una vez seco. Para simplificar podemos dividir entre
arenas finas y gruesas, que emplearemos generalmente en revestimientos de
acabado las primeras y en revocos o rellenos las segundas. Cuanto más pequeña
sea la arena, más fino quedará el resultado, y con menos contracción y fisuras
en los revestimientos, sin embargo las arenas gruesas se comportan mejor para
espesores grandes y la masa seca y endurece en menos tiempo.
Por eso las
pruebas que nos interesa realizar en un primer momento serán para identificar
las cantidades de aglomerante (arcilla), conglomerante (arena), y agua óptimas
para conseguir un producto duro, resistente y que no se desmenuce.
Arenas finas y gruesas
Consistencia
Es
importante controlar y anotar, la cantidad de agua con que mezclamos las
pruebas que hagamos. Nos fijaremos sobre todo en la consistencia que
adquiere la mezcla y la relacionaremos con algún tipo de consistencia conocida:
yogur, mayonesa, cacaolat, etc. ya que aunque anotemos la cantidad de agua,
durante la obra variará la humedad que contienen la arcilla y la arena y le
tendremos que añadir más o menos agua hasta conseguir la consistencia buscada.
En principio
cuanta más agua echemos, más fácilmente amasaremos la mezcla, con el
inconveniente de que aumentará la retracción durante el secado. Como en todo, buscaremos
el equilibrio, ni muy líquido ni imposible de trabajar. Más adelante, durante
la obra, cuidaremos derealizar las
masas siempre con la misma consistencia para no tener sorpresas una vez secado.
Pruebas de dosificaciones y consistencia realizadas en la rehabilitación de edificio en Valladolid.
Amasado de las tortas
Una vez
amasadas bien las mezclas con diferentes proporciones y tamaño de árido formaremos
tortas de unos 15cm de diámetro y unos 3-4cm y 5-8cm de altura, para observar
cómo se comportan en diferentes espesores una vez secas. Es conveniente hacer
varias tortas de cada mezcla para poder compararlas bien después, además
siempre se nos puede romper alguna durante la elaboración o manipulación.
Las tortas
amasadas se dejarán secar sin exponerlas al sol ni al viento directo, y
procurando que todas las muestras tengan más o menos las mismas condiciones de
temperatura y humedad y que se amasen el mismo día.
Rotura de las tortas
Una vez
secas, pasadas de 24 a 48 horas, nos dedicaremos a romper las tortas con las
manos, presionando y traccionando, o golpeando y rascando con algún martillo u
otro utensilio. Observaremos cuáles son las más resistentes y menos
quebradizas, y las muestras que funcionen mejor en espesores pequeños.
Repetir las pruebas añadiendo fibra
Una vez
hallada la relación entre arcilla y arena óptima y la consistencia adecuada,
podemos realizar otra tanda de ensayos, variando ligeramente las proporciones y
jugando ahora con la cantidad de fibra y su longitud, para probar la relación
arcilla/ arena obtenida en relación con la fibra o paja.
Revestimiento de barro, arena y paja
El material
fibroso se añadirá más o menos en la misma proporción en volumen que la masa
realizada, aunque los ensayos precisamente, nos servirán para hallar la
cantidad más adecuada de este material.
Para que la
mezcla con la paja adquiera mejor consistencia y trabajabilidad, recomiendan
dejar en reposo la mezcla por lo menos un día (según la temperatura y humedad
ambiente) para que fermente y mejore sus prestaciones. Al cabo de este tiempo,
notaremos la fermentación de la mezcla por el olor dulzón que presenta y la
mayor “pegajosidad” del mortero.
En esta
tanda de ensayos, podemos realizar muestras sobre alguna superficie vertical de
por lo menos 1m2, para observar el comportamiento del material en forma de revestimiento
(si se adhiere bien o se descuelga, si se desprenden o arrastran los áridos al
pasar con la llana…).
Llegado a
este punto, conoceremos ya las proporciones, consistencias y cantidad de fibra
que funcionan mejor, ya sea con el material del terreno o con arena y arcilla
compradas. Además siempre podremos volver a realizar los ensayos si cambiamos
de arenas o vemos que las condiciones de la tierra o la fibra que usamos han variado.
En artículos
sucesivos veremos las diferentes técnicas de construcción tanto para fachadas
como para tabiques interiores que podemos emplear con la tierra, el barro y la
paja, en combinación con palos, fardos de paja, mallas de alambre etc.
Vídeos sobre técnicas de construcción con barro con pallets y barro y cal.
Como la mejor forma de aprender es practicando, tenemos un apartado donde vamos colgando la descripción y enlaces a los diferentes talleres, cursos y voluntariados que vamos encontrando en internet.
En el siguiente video se muestra como consolidar un muro de adobe fisurado, mediante la inyección de una lechada de cal.
El refuerzo o consolidación de grietas en los muros de adobe es uno de las tareas que probablemente debamos realizar en la rehabilitación de un edificio de esta tipología. Las fisuras se pueden deber a varias causas, las más habituales son las siguientes:
Lavado por infiltración de agua por el tejado,
Movimientos o descalces en la cimentación
Sobrecargas por apoyo de nuevos elementos, o redistribución de cargas en la cabeza del muro...
PROCEDIMIENTO
Antes de comenzar ningún trabajo, nos aseguraremos de que la zona se encuentra estabilizada, y no se van a producir más movimientos. Debemos solucionar la causa antes de proceder con la reparación, ya que movimientos posteriores serán más difíciles de arreglar una vez que hayamos inyectado la lechada en el interior del muro.
Limpieza del paramento
Limpiaremos y rascaremos con piqueta y cepillo de alambre todos los restos de morteros viejos de la superficie y juntas de los adobes en una zona amplia alrededor de las grietas. La limpieza facilitará, por una parte, la aplicación y adherencia de los morteros de barro y paja de contención o "encofrado", y por otra, nos permitirá observar si se escapa lechada por algún hueco que no hayamos sellado.
piqueta y cepillo de alambre
Sellado superficial de la grieta con mortero de barro y paja
Una vez que tenemos las superficies bien limpias aplicaremos sobre la fisura una mezcla de barro y paja en su superficie, para contener la lechada en el interior del muro. Según vamos tapando la grieta, iremos dejando tubos embebidos en el muro (separados unos 30-40cm) y dirigidos hacia el interior del muro para poder inyectar la lechada a través de ellos
Se colocarán los tubos embebidos en el muro y se sellará el exterior con barro
No hace falta dejar secar demasiado el mortero porque la cal utilizada tiene propiedades hidráulicas, esto es, endurece también en medios húmedos, eso sí, la ausencia de aire en el interior de la fábrica de adobe, provocará que la lechada de cal seque más lentamente.
Preparación de la lechada de Cal
Prepararemos con la ayuda de una batidora eléctrica, una lechada a base de agua y cal, de consistencia lo suficientemente fluida como para poder inyectarla por los tubos, y que corra y rellene bien el interior del muro.
lechada de cal muy fluida
Vertido en el interior de las grietas
Verteremos la lechada de cal, ayudándonos de un embudo, a través de los tubos. Mantendremos estos embutidos en la pared hasta que nos aseguremos de que la lechada ha llenado bien los huecos. Mejor que rebose.
Una vez que la lechada empieza a rebosar por la parte superior del tubo, lo sacaremos poco a poco, observando como la lechada vuelve a bajar el nivel por el nuevo hueco que hemos provocado. Si se vacía por completo, podemos volver a inyectar mas mezcla de cal en el tubo.
Una vez que hemos sacado el tubo del muro, taparemos el hueco con mezcla fresca de barro, arena y paja, y continuaremos con la inyección en el tubo superior, hasta completar la vertical.
Si los muros tienen mucho espesor nos podemos plantear realizar las inyecciones por ambos lados del cerramiento. El objetivo es estabilizar lo más posible los movimientos de las fábricas de adobe, por lo que no escatimaremos en inyecciones.
Vertiendo la lechada con ayuda del embudo y los tubos flexibles
Controlar la cantidad de lechada de cal
Tanto para hacer una estimación económica del costo de las reparaciones, como para controlar y calcular la cantidad de lechada que preparar para sellar las siguientes fisuras, es importante llevar un control de la lechada que vamos introduciendo en cada tubo o altura.
Esto se puede hacer con botes de pequeño tamaño y contando el número de ellos que llenamos cada vez. Si percibimos que está entrando más de la media, revisaremos bien todo el exterior de la fábrica, para detectar posibles fugas que se estén dando al exterior.
Secado
Concluido el trabajo de inyectado en las grietas, dejaremos secar bien la cal antes de someter a los muros a ningún esfuerzo. No los cargaremos con vigas ni ningún peso, ni excavaremos cerca para no descalzarlos.
La cal endurece más lentamente que las mezclas con cemento, pero por otro lado (la cal hidráulica) tiene la capacidad de endurecer en entornos húmedo (incluso bajo el agua), y esto es muy útil para todo este tipo de reparaciones. Dejaremos sin cargar el muro por su parte superior, por lo menos un mes, y la puesta en carga la haremos lenta y progresivamente.
Antes de que endurezca lo necesario sí que podemos realizar otros trabajos como revestir los muros con morteros de barro tanto por interior como por el exterior, ya que apenas le supone carga añadida, y el revestimiento nos puede incluso servir de "chivato" o testigo para observar posibles movimientos cuando sometamos al muro a cargas.
Rehabilitación de muros de adobe en voluntariado en Cuenca de Campos, Valladolid
Como la mejor forma de aprender es practicando, tenemos un apartado
donde vamos colgando la descripción y enlaces a los diferentes talleres prácticos,
cursos y voluntariados en construcción ecológica, instalaciones renovables etcétera, que vamos encontrando en internet:
Como la mejor forma de aprender es practicando, tenemos un apartado
donde vamos colgando la descripción y enlaces a los diferentes talleres prácticos,
cursos y voluntariados en construcción ecológica, instalaciones renovables etcétera, que vamos encontrando en internet: